viernes, 14 de diciembre de 2012

El diente de lobo en los equinos


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Aproximadamente el 70 por ciento de los equinos desarrollan el Diente de Lobo. Son dientes puntiagudos que aparecen después o a cada lado del primer molar superior. Es un rudimento de una pieza que estaba bien desarrollada en los antepasados de los equinos.



Estos dientes comúnmente no representan ningún peligro para los equinos; pero pueden interferir en una sana mordida o lesionar los tejidos suaves alrededor del diente, o causar dolor.

Los criadores difieren en opiniones; si el diente debe ser removido o no. El diente de lobo sale de los cinco a los doce meses de edad, en el maxilar superior a unos dos o tres centímetros adelante del primer molar o al lado de este y está presente en machos y hembras.


El Diente de Lobo no trae ninguna utilidad para el equino y si se remueve no trae ninguna consecuencia posterior para el equino.


Hace 60 millones de años el caballo era pequeño como un perro y eran animales que ramoneaban es decir comían hojas de los árboles y no pastaban. Y este diente permaneció hasta la actualidad pero el caballo no lo necesita.


Hoy en día, este diente lo remueven porque puede producir dolor en el entrenamiento especialmente en animales que no han mudado. El extraerlo no es peligroso pero a veces la arteria palatina puede causar gran pérdida de sangre; sobre todo en caballos que tienen este diente curvo que reviste más complicaciones. La sedación y la anestesia local se recomiendan para la extracción.


La recuperación puede variar de un día a una semana dependiendo del tamaño del animal y del diente por extraer. Para la extracción se requiere limpiar y enjuagar bien la boca utilizando un elevador para cortar la encía alrededor del diente y debilitar el ligamento peridontal hasta sacar el diente. Si el diente es sacado con fórceps, la operación puede durar de varios minutos hasta una hora.


Es muy importante vacunar al caballo contra el Tétano por lo menos diez días antes de realizar la extracción y repetir la vacuna seis semanas después para un reforzamiento. Realizando una nueva revacunación después de dos a cuatro años. El Tétano es fatal para el caballo y las yeguas son más susceptibles, por eso se deben vacunar los equinos antes de cualquier intervención quirúrgica.


Por el MVZ Juan José Saiz


División Académica de Ciencias Agropecuarias/UJAT

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